Vigilia de la Luz por el Domund 2025 en la Parroquia de San Francisco Javier de Pamplona

Vigilia de la Luz por el Domund 2025 en la Parroquia de San Francisco Javier de Pamplona

Ayer, 13 de octubre, en un ambiente de fe y esperanza, la parroquia de San Francisco Javier de Pamplona acogió la tradicional Vigilia de la Luz, organizada con motivo de la celebración del Domund 2025. La capilla de La Milagrosa se llenó de fieles que acudieron a compartir un momento de oración, reflexión y compromiso misionero bajo el lema de este año: “Misioneros de esperanza entre los pueblos”.

La oración comenzó al caer la tarde, con la capilla iluminada únicamente por velas de colores colocadas sobre el altar, que simbolizan los cinco continentes y representan también la luz de Cristo que los misioneros llevan a todos los rincones del mundo. El acto fue presidido por D. Óscar Azcona Muneta, delegado de Misiones y director de OMP en Navarra. La Vigilia de la Luz, con exposición del Santísimo Sacramento, fue un momento muy especial de oración y comunión con los misioneros de todo el mundo, en especial con los 428 misioneros navarros en activo.

Durante la vigilia se alternaron momentos de oración, lecturas de textos relacionados con el Domund de este año y cantos animados por las hermanas Esclavas Misioneras de Jesús.

El centro de toda la celebración fue Cristo, en quien estamos llamados a fijar nuestra mirada, especialmente en este tiempo jubilar, para renovar en nosotros la espiritualidad pascual y orar de manera sencilla, viviendo y transmitiendo la esperanza de la misión.

En este clima de oración y comunión con nuestros misioneros, se recordaron las palabras del papa León XIV, quien encomienda a las OMP, a través de la Jornada del Domund, promover la responsabilidad misionera de los bautizados para sostener a las nuevas Iglesias particulares. Fue también ocasión para agradecer a todos los fieles su participación y su generosa aportación —de oración, sacrificios y donativos— a la misión evangelizadora de la Iglesia universal.

El ambiente de comunión y alegría marcó el cierre de una noche especial que, como cada año, recuerda el sentido profundo del Domund: una jornada en la que la Iglesia universal reza y colabora con las misiones, animando especialmente a los jóvenes a acoger al Espíritu en sus vidas, para que este alimente sus aspiraciones y sueños, los convierta en artesanos de paz y los impulse a comprometerse en la construcción de un mundo más justo y fraternal, al estilo de Jesús de Nazaret. Sin miedo a asumir el relevo misionero.

Con esta vigilia, la Iglesia de Navarra reafirma su compromiso con la misión y con el apoyo a los misioneros de esperanza entre los pueblos, que en los lugares más diversos del planeta siguen siendo testigos de la fe, la esperanza y el amor.

Momentos de la celebración:

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