Mesa redonda Domund23: “La misión es entrega”.
El pasado lunes, 9 de octubre, se celebró con los universitarios de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) una mesa redonda sobre la misión. En coordinación con la Delegación de Misiones y OMP en Navarra y los responsables de la Pastoral universitaria.
La mesa la formaron: Fernando González, Director de Infancia Misionera de OMP nacional; Iñigo Ilundáin, miembro del equipo del Voluntariado Misionero Solidario y corresponsable de la formación para experiencias misioneras de la diócesis de Pamplona y Tudela; y Miguel Mendizabal, profesor que vivió hace poco una experiencia de misión.
IÑIGO ILUNDAIN voluntariado y misión
MIGUEL MENDIZÁBAL misionero voluntario
FERNANDO GONZÁLEZ misión “ad gentes”
Fernando González: “Creo que es mejor que hable sobre los misioneros. Y la primera pregunta que no puedo evitar es: ¿Qué les mueve a los misioneros y misioneras a dejarlo todo e irse a países lejanos, muchos de ellos en conflicto, la mayoría con grandes necesidades, y hacer lo que hacen? ¿Qué es aquello que les motiva? ¿Qué experiencia han tenido para hacerlo? Solo Dios puede justificar algo así. Y ello requiere que los que estamos en la retaguardia les sostengamos. Primero rezando, para que sientan nuestro apoyo y nuestra hermandad en la fe. Esto es fundamental. Luego viene la aportación económica, para que sigan respondiendo a las necesidades de todo tipo.
No todos estamos llamados a ser misioneros pero sí que podemos ser la “retaguardia” que ellos necesitan. “Es como en un equipo de futbol, el delantero busca maneras de meter un gol, pero no puede hacerlo el solo, necesita el apoyo y buen hacer de todo el equipo”.
Iñigo: Más que hablar de mi experiencia quisiera hablar de aquello que me mueve a vivir todo lo que vivo en clave de misión: Dios. Esta experiencia “descentra” y te sitúa ante un mundo donde el 80% no vive como necesita. Las misiones y los misioneros no suelen salir en TV, ni mucho menos los jóvenes en relación a las misiones. Pero hay miles de jóvenes todos los veranos y durante el año que viven experiencias de voluntariado misionero de misión. Tenemos un buen ejemplo en Calcuta, donde durante todo el año hay cientos de jóvenes viviendo una experiencia de servicio desde la fe. También os pondría hablar de Honduras, donde más experiencia tengo; pues allí van jóvenes durante todo el año a vivir experiencias de voluntariado misionero.
Cuando se vive la fe como servicio a los más empobrecidos la vida te cambia. El compromiso te hace más libre y el servicio más feliz. Se aprende a vivir ligero de equipaje y eso te hace mucho más libre.
Sé que no todos estamos llamados a ser misioneros pero todos estamos llamados a descubrir la misión de nuestra vida.
Mi experiencia personal con las misiones y los misioneros es de creíblemente buena. Creo que “la misión no terminará hasta que terminen las fronteras: físicas y humanas, y solo desde Dios será posible”.
Terminó hablando de la importancia de una formación seria para vivir experiencias de misión, y ofreció el voluntariado misionero solidario.
Miguel Mendizabal: “Os hablaré de mi experiencia desde la convicción de que es Dios quien me ha movido a vivir una experiencia de misión”. Y lo primero que hice fue contactar con la Delegación de Misiones para saber cómo podía encaminar este camino, que ha resultado ser una experiencia muy importante en mi vida de fe, y en mi vida en general.
Después de un tiempo de reflexión, y de haber hecho la formación, me decidí por Honduras, con ACOES.
Fui con cierto temor pues nunca había salido de Europa. El clima, el ambiente, el caos… te das cuenta, en seguida, que has salido de tu zona de confort. Pero confiado de haberte puesto en las manos de Dios.
También me gustaría hacer una diferencia entre pobreza y miseria. Al menos, tal como lo entiendo. Es cierto que hay mucha miseria (económica y humana), pero también vi, en medio de la pobreza, mucha dignidad humana. Y en ACOES encontré mucha luz en medio de tanta pobreza y tanta miseria. Una luz de esperanza desde la fe. Porque allí todo se hace desde la fe.
Me encargué inicialmente de un proyecto educativo en el vertedero municipal. 120 alumnos asistían a clase, que era una pequeña plancha de hojalata con su techo. Luego trabajé en una casa “populorun”, (su nombre deriva de la Carta encíclica del Papa Pío VI “Populorum Progressio). Son casas donde unos 20 alumnos, sin recursos, pueden ir a estudiar, comer, convivir y rezar.
Todo esto me ha ayudado a vivir con una mirada agradecida. Vivo con más gratitud, y valoro mucho más lo que siempre he tenido, lo que tengo.
Por cierto, quiero decir a aquellos que organizáis esta mesa redonda que el germen de la misión, en mi vida, empezó con un vídeo del Domund donde oí: “Dios te ha hecho a ti para llevar a cabo esta misión”. La semilla germinó…
La mesa se cerró con un turno de preguntas de los universitarios, moderada por D. Oscar Azcona.