Encuentro de Misioneros para la Nueva Comisión de Animación Misionera en el Arzobispado de Pamplona y Tudela

Hoy, en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, hemos vivido una jornada marcada por la gratitud, la fraternidad y el compromiso compartido con la misión. Los misioneros navarros convocados para formar parte de la nueva Comisión de Animación Misionera se reunieron con el objetivo de preparar, coordinar y fortalecer las futuras actividades de sensibilización que se llevarán a cabo en los colegios de Navarra con motivo de las Jornadas de Obras Misionales Pontificias (OMP) para el próximo curso. Fue un encuentro sencillo, pero profundamente significativo, que permitió afianzar el espíritu misionero que caracteriza a nuestra Iglesia diocesana.

La mañana comenzó con un clima de recogimiento, en una oración de acción de gracias por todos los misioneros navarros que, repartidos por el mundo, junto a los retornados, anuncian el Evangelio y sostienen con su entrega silenciosa la labor evangelizadora de la Iglesia. Ante el Señor, pusimos en sus manos a todos aquellos que, desde su vocación misionera, construyen puentes de fraternidad en las realidades más diversas. Este momento de oración, marcado por la sobriedad y la hondura, nos ayudó a tomar conciencia de la alegría de pertenecer a una Iglesia en salida y, al mismo tiempo, a renovar el deseo de acompañar a las nuevas generaciones en la vivencia de la misión universal.

Tras esta primera parte, nos trasladamos a la sede recién renovada de la Delegación de Misiones. Allí presentamos la propuesta de animación para las próximas Jornadas de OMP en los colegios de Navarra. La Comisión se encargará de visitar los centros educativos, dinamizar encuentros, proponer actividades formativas y testimoniales, y acompañar a los niños y jóvenes en el descubrimiento de la dimensión misionera de la fe. La renovación de la Delegación es un signo del deseo de nuestra diócesis de ofrecer un espacio acogedor, moderno y funcional donde los misioneros y voluntarios puedan encontrarse, organizarse y proyectar nuevas iniciativas evangelizadoras.

Durante la presentación, expusimos las líneas generales del plan de animación: una propuesta pedagógica adaptada a cada etapa educativa con los materiales de OMP para trabajar en el aula y en la catequesis, dinámicas participativas que faciliten la reflexión sobre la misión, y la necesidad de contar con misioneros que participen con su testimonio directo con los estudiantes. Se subrayó la importancia de formar una comisión sólida y bien coordinada, capaz de ofrecer una experiencia de animación misionera viva, actual y cercana a la realidad que los niños y jóvenes experimentan hoy. El objetivo es claro: despertar en ellos la sensibilidad por la misión universal, ayudarles a descubrir la riqueza de la Iglesia que anuncia a Cristo en todo el mundo, y cultivar en sus corazones la semilla de la solidaridad, la apertura y la esperanza.

Los misioneros presentes han servido durante años en territorios de misión, otros desarrollan su labor en parroquias de nuestra diócesis, y otros colaboran activamente con las iniciativas de OMP desde hace tiempo. Cada uno, desde su propia experiencia, está llamado a ser testigo ante los más jóvenes. Esto permitirá que el plan de animación no sea solo un conjunto de actividades, sino una verdadera construcción comunitaria al servicio de la evangelización.

La sesión concluyó con un ágape sencillo, preparado con cariño para celebrar la amistad, la comunión y la misión compartida. Fue un tiempo distendido, en el que pudimos conversar, compartir vivencias y disfrutar del encuentro fraterno que caracteriza a quienes se saben llamados por el mismo Evangelio. Este momento final, lejos de ser un simple complemento, se convirtió en una expresión concreta de la alegría de sentirse enviados juntos y de la importancia de cultivar la cercanía entre quienes trabajan en la animación misionera.

El encuentro de hoy ha sido mucho más que una reunión organizativa. Ha sido un espacio de renovación espiritual, de consolidación de vínculos y de proyección hacia el futuro. La nueva Comisión de Animación Misionera nace con ilusión, con un firme sentido de responsabilidad y con el deseo de ser un instrumento eficaz al servicio de la misión. En un tiempo en que la Iglesia necesita testigos que contagien entusiasmo y esperanza, esta iniciativa representa un paso importante para acercar a los más jóvenes la riqueza de la vida misionera y para recordar a toda la comunidad educativa que la misión es tarea de todos.

Confiamos en que las próximas Jornadas de OMP en los colegios de Navarra sean un verdadero impulso misionero para nuestra diócesis. Que cada testimonio, cada dinámica y cada encuentro ayude a despertar en los niños y jóvenes el deseo de construir un mundo más justo, más fraterno y más unido, siguiendo el ejemplo de tantos misioneros que entregan su vida por el Evangelio.