Campamento de Infancia Misionera 2025 en Javier, Navarra

Campamento de Infancia Misionera 2025 en Javier, Navarra

Encuentro de Infancia Misionera en Javier: Un espacio para aprender, compartir y crecer en la fe

Del 22 al 29 de junio, la localidad de Javier fue escenario del campamento de Infancia Misionera. Una oportunidad perfecta para que los más peques aprendan a vivir como auténticos misioneros. La entrega, la amistad, el amor, la alegría, la transmisión de la fe, salir de uno mismo y vivir para los demás. Organizado por Obras Misionales Pontificias en colaboración con la Delegación Diocesana de Misiones de Navarra. Este encuentro reunió a más de 100 niños y niñas provenientes de diferentes regiones de España, en un esfuerzo conjunto por fomentar en los jóvenes una conciencia misionera activa y comprometida con la labor evangelizadora en el mundo.

Una experiencia educativa y espiritual

El programa del encuentro estuvo diseñado para ofrecer a los participantes una experiencia enriquecedora tanto en el ámbito festivo como en el espiritual. Se dividió en dos categorías principales: infantiles (de 3º a 6º de Primaria) y juveniles (de 1º a 4º de ESO), permitiendo adaptar las actividades a las distintas edades y niveles de madurez. Durante estos días, los niños y jóvenes tuvieron la oportunidad de aprender qué significa ser misionero a través de diversas actividades lúdicas y educativas que combinaban el ocio con la formación. Juegos, talleres creativos y dinámicas grupales facilitaron el conocimiento sobre las labores misioneras, promoviendo valores como la solidaridad, la empatía y el compromiso cristiano.

Además, se reservaron momentos específicos para la oración, donde los participantes pudieron profundizar en su relación con Dios y comprender la importancia de la fe en su misión personal. La oración comunitaria sirvió también como espacio para fortalecer los vínculos y crear un ambiente de fraternidad.

Testimonios que inspiran

Un momento a destacar del encuentro fue la participación del misionero Patricio Larrosa, que compartió su testimonio en Honduras donde, desde hace casi 30 años, educa a 11.000 muchachos y reparte 6.000 comidas diarias. Ésta es una experiencia que pueden vivir los jóvenes a través del Voluntariado Misionero Solidario que ofrecemos a la Diócesis. De hecho, este año, seis jóvenes vivirán una experiencia “VeranoMisión” en este increíble proyecto.

Además, cada día se compartió la labor de diferentes misioneros, para que conociesen las realidades que enfrentan quienes dedican su vida a llevar el mensaje cristiano a lugares esparcidos por todo el planeta. Estas historias impactan y motivan a reflexionar sobre su propia vocación y sobre cómo pueden colaborar desde su realidad cotidiana.

El testimonio de quienes viven en primera línea la misión despierta sentimientos de admiración y compromiso entre los niños y adolescentes, quienes vieron en estos ejemplos de cómo ser misioneros desde su realidad.

Culminación en Javier: celebración y esperanza

El punto culminante del encuentro fue una solemne misa en la basílica dedicada a San Francisco Javier, patrón de las misiones, en la que las familias, junto a los jóvenes participantes dieron gracias por todo lo vivido. La misa fue presidida por el Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, D. Florencio Roselló, quien resaltó durante su homilía la importancia del compromiso misionero desde la infancia como un acto fundamental para construir una Iglesia viva. Los jóvenes que participaron en la homilía demostraron haber aprendido muy bien qué es ser un misionero. La ceremonia contó además con la participación y animación del Delegado de Misiones, D. Oscar Azcona, quien agradeció la labor de los monitores y de todos aquellos que hacen posible este encuentro. La celebración fue un momento emotivo que dejó una profunda huella en todos los asistentes. Como todos los años las familias agradecieron mucho esta oportunidad de ocio y de fe para los más jóvenes.

Reflexión final

El Encuentro de Infancia Misionera celebrado en Javier ha sido mucho más que unas jornadas recreativas; ha sido una oportunidad para que los niños y jóvenes descubran su papel dentro del gran proyecto evangelizador. Al conocer las experiencias reales de misioneros, participar en actividades lúdicas y orar juntos, han fortalecido su identidad cristiana y su deseo de servir al prójimo.

Este tipo de encuentros son fundamentales para sembrar semillas misioneras desde temprana edad, promoviendo valores universales como la solidaridad, el amor al prójimo y la fe activa. La iniciativa demuestra que incluso desde la infancia se puede contribuir significativamente a llevar el mensaje cristiano “más allá y más acá” en medio de lo cotidiano.

Agradecemos, un año más, esta iniciativa promovida por Obras Misionales Pontificias a través de Infancia Misionera: una Obra Pontificia, mediante la cual, el Santo Padre implica a los niños del mundo para ayudar a otros pequeños como ellos en las misiones. Y cuenta también con adultos comprometidos, para que los misioneros sigan proporcionando educación, salud y formación cristiana a más de 4 millones de niños en 120 países.

Que esto no termine

Animamos a estos jóvenes a estar al día de la misión para que esta experiencia les acompañe durante todo el año a través de dos maneras de “vivir conectados” con la misión y los misioneros:

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